Por Paula Silveira (Sommelier profesional)
¿Cómo llegó a ser nuestra cepa emblemática, esta uva proveniente del sur de Francia, más específicamente de la región de Madirán?
Detrás de la historia de la uva Tannat se encuentra un hombre que, como otros de su generación, supieron aportar valor al Uruguay de finales del siglo XIX, con sus actividades.
Estamos hablando de Don Pascual Harriague, de origen vasco, quien fue el propulsor de la introducción al país de ésta cepa, ingresada, se dijo primero, por la Concordia argentina hacia el departamento de Salto; más tarde estudios revelaron que en realidad fue introducida por el puerto de Montevideo, y cosechada con éxito en las riveras del Río Negro.
Lo cierto es que esta cepa fue plantada fuera de su región de origen por primera vez, en nuestro país. La misma se adaptó tan bien a los suelos y climas uruguayos, que hoy prácticamente todo el suelo nacional posee viñedos de ésta variedad.
La Tannat fue denominada en ese entonces y hasta la década del ’70 con el nombre de quien la introdujo: Harriague. Registros históricos revelan que el primer vino de Tannat en nuestro país fue elaborado en 1887 en su bodega, en el departamento de Salto.
Esta bodega hoy es el sitio histórico que formó parte del complejo industrial de éste pionero, en el cual se desarrollan tareas de investigación y de difusión del patrimonio vinculado al Tannat.
MADIRÁN, FRANCIA
Desde el siglo IX los vinos de las regiones de los Pirineos, incluyendo País Vasco, Gascuña y Béarn se hicieron conocidos por saciar la sed de los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela. Y en 1553 resonaron con mayor intensidad ingresando a Francia por Jurancon, por motivo del bautizo de Enrique IV, futuro rey de ese país.
Actualmente en zona de los Pirineos franceses, al sur- oeste, encontramos cinco AOC –Appellation d’Origine Contrôlée, que significa Apelación de Origen Controlada, según dicta la reglamentación francesa-, estas son: Juracon, Madiran, Pacherenc-du-Vic- Bilh, Irouléguy, y Béarn.
Este territorio tiene la influencia tanto de la montaña como del Océano Atlántico. Esta característica geográfica hace que se generen varios micro- climas, así como variedad de suelos. Las laderas de las montañas orientadas hacia el sur- este son las ideales para las uvas tintas. Y en cuanto al clima éste es variado decíamos, generando primaveras con heladas tardías, veranos muy secos, otoños largos y suaves, e inviernos muy fríos.
En el caso de la denominación Madiran, la cepa más característica es la Tannat, que se desarrolla muy tanina y con piel gruesa. Y en cuanto al vino que se produce, éste se deja en guarda en barricas de roble nuevas, por mucho tiempo – en algunos casos hasta 7 u 8 años-, para lograr suavizar sus fuertes taninos.
En Francia el Tannat muchas veces se usa como vino de corte para la producción de otros vinos, conjuntamente con las cepas Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon. Y estos vinos resultan, según la región o denominación de origen, más o menos rústicos y potentes en taninos.
EL TANNAT EN URUGUAY
Luego de la reconversión de viñedos y la modernización de las bodegas, a partir de la década del ’70 y más tarde en la década del ’90 respectivamente, nuestro país comenzó a especializarse en la técnica del vino fino y supo especialmente trabajar la cepa Tannat, de un modo diferente.
Gracias a las nuevas técnicas de plantación de vides y producción de vino, y a los nuevos conocimientos aportados desde Francia y el mundo, los vinos de Tannat han logrado superarse año tras año, logrando diferentes matices según la mano experta que los produce. Pero manteniendo un denominador común: la suavidad y equilibrio justos de sus taninos. Evolucionando con los años de vinos “rasposos y difíciles de tomar” a vinos “redondos, aterciopelados, con el justo nivel de taninos”, sin perder el carácter de la uva que le es propio.
Si bien en nuestro país también se han trabajado -y se trabajan- otras variedades tintas a lo largo de la historia, no cabe duda que la cepa Tannat es la que logró la atención del escenario internacional, ya sea por uva poco conocida a nivel mundial, como por vinos fuera de serie y no fáciles de encontrar en el mercado internacional.
Hoy podemos decir que la Tannat es una uva que representa fielmente al Uruguay en el exterior. Los logros obtenidos gracias a ésta cepa son numerosos: medallas de oro, reconocimiento mundial, identidad internacional. Lo que generó el ingreso de Uruguay dentro del escenario vitivinícola del más alto nivel, y que las bodegas pudieran comenzar a exportar a varios continentes.
También se logró, a través del creciente desarrollo del Turismo Enológico, que los extranjeros sean capaces de pagar un boleto de avión, impulsados por conocer las Rutas del Vino Uruguayo y probar, cómo no, los vinos de Tannat.
Hace un año se celebró el bicentenario del nacimiento de Don Pascual Harriague. La Comisión de Gestión de la Bodega de Harriague, integrada por Saltoko Euskaldunen Taldea – del Centro Vasco de Salto-, la Intendencia de Salto y la Asociación de Vitivinicultores de Salto, con la participación de Universidad de la República y de la Universidad del País Vasco, vienen organizando anualmente la Semana de Harriague, con múltiples actividades culturales, deportivas y gastronómicas.
Este año se han suspendido por motivo de la pandemia, pero de todos modos se pueden apreciar en formato virtual -se puede consultar a través de Facebook con el nombre de Bodega de Harriague-.
También se articulan actividades con la propuesta Abril mes del Tannat, organizada en las redes sociales de Copadosuy, con el fin de potenciar el valor de nuestro Tannat en Uruguay y en el mundo.
La cepa Tannat fue declarada Patrimonio Nacional. Sin duda un motivo más de orgullo. Sabiendo aprovechar y extender la cultura del vino a través de una cepa que no se produce en otros lugares del mundo con la elegancia que se produce en nuestro país. Experimentar con el Tannat y expresar su espíritu es la invitación que les hacemos para ponderar nuestra cultura oriental hacia el mundo. ¡Salud!