Por Mario Morosini
La gráfica muestra el crecimiento del COVID-19 desde los inicio de la Pandemia a nivel mundial, hasta el pasado 4 de marzo. Hoy las cifras siguen en ascenso, alcanzando el sábado 6 de marzo un récord, superando el millar de infestados, y continuando con la media de fallecidos de 8 por día. Es alarmante.

Pasan cosas curiosas y preocupantes. La gente no está respondiendo, los sectores de la población que están habilitados a vacunarse no acuden a agendarse como deberían. Por ejemplo se informa que solamente lo hicieron el 53% del personal educativo, mientras los policías y bomberos solamente un 47% y mejor respuesta hubo en los militares que alcanzaron al 65% .
Para intensificar la vacunación ya se recurrió a aquellos uruguayos que tienen entre 55 y 59 años. Algo que no estaba previsto, pero ante la falta de respuesta positiva, se apeló a esa franja.
Entre los aspectos insólitos, nos encontramos con una publicación de gran difusión donde aparece una joven, integrante de la televisión, en tapa de revista y con presencia en la tapa del mismo diario afirmando que no se vacunará. Insólita esta publicidad antivacuna en medios.
Son situaciones que no se entienden. Las autoridades piden a viva voz que se vacune la población y resulta que por otro lado se le da espacio a personas, desconocidas para quienes poco y nada vemos de televisión chatarra, para que expresen opiniones anticientíficas y nocivas. Es cierto, en la cabeza de muchos uruguayos, producto de meses de incertidumbre, de versiones de distinto tipo, de que las vacunas chinas en principio no se veían con buenos ojos, ahora son las que tenemos, y una serie de idas y vueltas que no ayudaron en nada.
Los resultados obviamente no podían ser de otra manera. La población tiene ciertos reparos para vacunarse.
En los próximos días, como anunció el Gobierno, no más de un mes, tendremos vacunas para todos los habitantes del país. Se hace necesario convencer a todos aquellos que son nuestros familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y estudio, de la necesidad de vacunarse.
El Gobierno tendrá que intensificar la campaña pero no puede estar solo en esta causa y cada uno de nosotros debe colaborar en esta tarea de convencimiento de nuestras personas cercanas, tratando de revertir todas las opiniones, sin fundamento, que se dieron en los últimos meses y que hoy nos generan profunda preocupación al ver que no existe la respuesta esperada por parte de los uruguayos.
Las cifras de aumento de infestados asustan. No es momento para sentir manifestaciones de optimismo sin fundamento. El abrir fronteras, y otra serie de situaciones que por ahora deberían mantenerse sin cambio, e incluso intensificar aspectos que hacen a evitar circulación de personas en forma innecesaria. El número de fallecidos sigue igual, fluctúa entre 6 y 10 personas diarias, todo eso nos debería hacer pensar.
Ojalá entonces, y no debemos por qué dudar, que si bien ya deberíamos estar todos los uruguayos vacunados, si no se hubiesen demorado tanto las negociaciones, que tengamos para mediados de abril la cantidad suficiente de dosis para estar próximos al 70% de inoculados. Y que no existan mas contratiempos ni idas y venidas.