Por Mario Morosini
Una brisa de esperanza. Da la sensación que varios indicadores, que nos estaban golpeando en demasía, han empezado a mejorar. Una leve “tendencia a la baja”. Tenemos miedo hasta de escribirlo. Lamentablemente existen personas, en todos los niveles, que han demostrado en estos 15 meses de pandemia, incluso en el Gobierno, una euforia desmedida. Dejemos de lado ese comportamiento especialmente cuando todos los días existen fallecidos y en un número importante.
Sucede que hace un mes atrás, estábamos en casi el doble de uruguayos infectados, internados en CTI y también fallecidos. Seguramente el avance, tardío, lento, pero constante de la vacunación está generando un panorama algo mas alentador
Rogamos para que nadie se crea que empezaron las fiestas y que se tira la “chancleta”, y que todo vuelve a la normalidad. Lejos estamos y quien así lo transmita, además de irresponsable, estaría atentando contra esta aparente mejoría.
Uno de los deberes que deberíamos imponernos en nuestro entorno, además de los cuidados personales, es incidir de la mejor manera posible, en casi rogarles al familiar, vecino, compañero de trabajo o de estudio, que se vacune.
No solo por él, sino por el conjunto de seres que ocupan su vida diaria. Este es un tema de la sociedad.
No entendemos el motivo, de por qué existiendo vacunas obligatorias en nuestro país, no se exige lo mismo con las que ayudan a combatir el COVID 19. Repetimos por milésima vez que la “inmunidad de rebaño” no se soluciona con “libertad responsable” o la libertad de decidir sobre el cuerpo de cada uno. Acá se trata de proteger a la sociedad en su conjunto. Yo no tengo derecho a hacerle mal a mi prójimo.
Por lo tanto, si no existe una decisión gubernamental a ese nivel, cada uno de nosotros tiene que insistir con el conocido para que se vacuna. Hay mil argumentos. Sabemos que hay muchos ignorantes, que hablan de libertad como argumento y no tienen la mínima idea del alcance de lo que es realmente libertad.
La otra gran preocupación son los niños. ¿Qué pasará a este nivel? Tememos que se actúe tan lentamente como se actuó con los mayores. Conocemos ya varios casos de niños que han contraído COVID 19 y algunos no la pasaron nada bien.
No somos científicos, por lo tanto ignoramos qué pasará con esta cepa u otras que andan de la mano del COVID, cuando se avance en la vacunación para adultos. Se diluirá lentamente o se “prenderá” a grupos etarios de corta edad?
No lo sabemos, tampoco hemos sentido una explicación firme. Solamente rumrores sobre este punto.
Entonces a vacunarse, a cuidarse mas que nunca, que da la sensación que falta menos. No creemos exagerar si decimos que para fin de año podríamos estar pasando unas “fiestas tradicionales” casi normales, pero para eso debemos hacer el último esfuerzo y no salir, como ya ocurrió, a cantar que todo es victoria y que los uruguayos somos algo así como los “campeones del mundo” en el combate de la nefasta pandemia.