Por Mario Morosini
En el Uruguay hay vacunas que son obligatorias. Si el COVID 19 genera miles de fallecidos y deja trastornos complejos, no entendemos el por qué la vacunación contra este virus no es obligatoria.
O sea que estaría demás el “pase verde” . El Covid 19 afecta a quien resulta “positivo” y lo que es peor, contagia a terceros provocando muchas desgracias y además altera la vida económica, social, por lo tanto no es cualquier virus. El tomar una medida decretando la obligatoriedad de la vacunación para nada sería resistida, salvo por unos pocos.
Entonces ¿Cuál es el motivo que no se decreta su obligatoriedad?. Según los voceros del Gobierno hay millones de dosis, si sumamos los titulares de los diarios y las veces que se dijo que arribaban medio millón, luego otro millón y así muchas veces, hasta finalizar hace unos días atrás afirmando el Señor Ministro de Salud Pública informando que recibiremos “un aluvión de vacunas” No puede ser entonces el faltante la causa.
Pensar que se va a llegar a la “inmunidad de rebaño” tampoco puede ser sensato. Ya lo dijo Radi uno de los principales del GACH. Ni de cerca se estará en Primavera en el 70% cifra aproximada para alcanzar ese objetivo. Y decir Primavera es sumar 3 mil fallecidos mas, como mínimo.
El tema de la “responsabilidad” también es discutible. Ni siquiera algunas autoridades en ocasiones fueron un buen ejemplo, sea por asados o mismo sepelios.
Creemos que el momento es muy grave. Lo dice la ciencia toda. Lo vemos a diario cuando se brindan la cifras de contagios y fallecidos.
Entonces si tenemos vacunas de sobra, tipo “aluvión” como se manifestó y existe voluntad, debe decretarse la vacunación obligatoria y además multiplicar los vacunatorios todo lo que sea necesario. En una semana o diez días todos los uruguayos deberíamos tener por lo menos una dosis y no estar transitando el sexto mes del año con apenas un 30% de la población con las dos dosis.
Contamos con vacunas, miles de personas capacitadas para vacunar, entre ellos los practicantes de medicina y si se está apostando solamente a la vacunación ¿qué se espera?
Se convive con familiares, vecinos y en lugares de trabajo con personas que dicen que no se van a vacunar, generalmente confundidas por información contradictoria que recibieron en este largo año de pandemia.
No somos 45 millones de habitantes, ni tampoco 220 millones como ocurre en Brasil. Somos un puñadito. Por lo tanto lo del “pase verde” nos parece que queda mas para una polémica inocua que para otra cosa