El Plan ABC de la Intendencia de Montevideo puso en marcha acciones para mejorar la salud y la situación alimentaria de niñas y niños de cero a tres años con malnutrición; mujeres embarazadas y lactantes que presenten bajo peso.
La primera etapa será destinada a la identificación de esta población por medio de las consultas médicas en las policlínicas de la Intendencia de Montevideo.
Los profesionales realizarán la evaluación nutricional de las personas, y en caso de notar signos de bajo peso o malnutrición, los registrará y serán derivados a los equipos técnicos del Programa.
Al mismo tiempo, se realizará un seguimiento mensual de las derivaciones y de la situación de cada usuario por parte de los equipos, con un detallado informe trimestral.
La intendenta Cosse explicó que de esta manera se identificará a todos los que necesiten asistencia, “para luego transferir todos los meses, $2.800 por persona a Cambadu y permitir que las familias registradas, puedan ir con su cédula a los comercios adheridos, que van a tener un “sticker” que los identifique, para adquirir productos de alto valor nutricional, que ya están acordados”.
Para este fin se realizó un convenio con el Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas y Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu) que nuclea a buena parte de los comercios del rubro.
Cosse reveló que también habrá instancias de educación nutricional para que la familia pueda incorporar estos productos en las recetas que cocina, e ir cambiando sus hábitos alimenticios.
La intención es que, como este programa está dentro del Plan ABC, “las otras áreas también se encarguen de rodear a las familias para brindarles asistencia”.
“Otro aspecto muy importante -explicó la intendenta-, es que el Programa permitirá construir información y publicarla. Todos los datos que se obtengan del seguimiento de los casos se van a publicar en el Observatorio de Datos Abiertos de la Intendencia”. “Eso ayudará a ir modificándolo y adecuándolo, en base a los resultados”, destacó.
La duración del Programa será de 18 meses y su continuidad se definirá en función de la evaluación de los resultados y de la situación de la población objetivo.
Inseguridad alimentaria
Según datos nacionales sobre pobreza e inseguridad alimentaria, el 50% de los hogares en Montevideo y área metropolitana tiene algún grado de inseguridad nutricional, y en el 7,4% de los casos, es severa.
Esto implica que muchas familias con menores a cargo no tienen acceso suficiente a alimentos en términos de cantidad y calidad, lo que trae consecuencias en el crecimiento y desarrollo de niñas y niños.
El Programa de Apoyo Alimentario ABC está dirigido precisamente a mejorar y revertir esa situación, en el momento que los estudios científicos denominan “ventana de oportunidad”, a través de intervenciones durante el embarazo y los primeros 1.000 días de vida e infancia temprana de niñas y niños.
Los cuatro puntos centrales contra la malnutrición infantil:
1. Apoyo económico
Consiste en una transferencia monetaria de hasta $2.800 para la compra de un grupo de alimentos de alto valor nutricional (por ejemplo: verduras, frutas, legumbres, carnes, lácteos).
Se trata de alimentos que, según la evidencia empírica, son menos consumidos en contextos de dificultades económicas de las familias montevideanas.
La transferencia se realizará a través de un convenio con Cambadu, mediante el cual, las familias podrán retirar alimentos en almacenes adheridos de Montevideo.
2. Educación nutricional
El equipo del Programa hará seguimiento en territorio a las beneficiarias/os, incluyendo visitas domiciliarias de trabajadoras y trabajadores sociales y nutricionistas para abordar la educación nutricional y alimentaria: la forma en que preparan y consumen los alimentos, cómo mejorar la calidad nutricional de las comidas, entre otros aspectos.
Actualmente, la red de policlínicas identificó 70 beneficiarias y beneficiarios potenciales del Programa y se estima que el número aumente al retomar la presencialidad de los controles médicos a niñas que se han visto resentidos por la pandemia.
3. Seguimiento social
Se trabajará con el objetivo de fortalecer las redes de apoyo y contención de las familias a nivel educativo (vinculación con CAIF de la zona y centros educativos), así como el acceso a derechos sociales, asegurándose de que las familias conozcan y accedan a las prestaciones sociales y programas que les correspondan.
4. Monitoreo y seguimiento
El monitoreo de las familias tendrá tres niveles:
- Con el equipo coordinador (integrado por personal de pediatría, nutrición, partera, enfermería, trabajo social) que supervisará su cumplimiento. Por ejemplo, recibiendo formularios de ingreso al Programa, informes de seguimiento de policlínicas, sistematizando información para generar datos de calidad que permitan planificar y tomar mejores decisiones.
- Con el equipo de seguimiento nutricional y educativo (integrado por personal de nutrición y trabajo social) que realizará un seguimiento de las situaciones. Habrá visitas domiciliarias, entrevistas familiares, etc.
- Con el equipo de salud de cada policlínica, que realizará el seguimiento mensual de las visitas domiciliarias, citación a controles, vinculaciones con otros actores implicados (por ejemplo, educadoras/es CAIF, etc.).
- Cada equipo de trabajo enviará un informe trimestral al equipo coordinador sobre el seguimiento de cada familia del Programa.
¿Cómo se hará la evaluación?
El Programa de Apoyo Alimentario ABC tendrá instancias de verificación del cumplimiento de los objetivos.
Para eso, se analizarán los siguientes indicadores cuantitativos, que pasarán a formar parte del Observatorio de Datos Abiertos de Montevideo:
Número de usuarias/os ingresados al programa / Total de usuarias/os con malnutrición por déficit de alimentación.
Número de usuarias/os que recibieron apoyo económico / Total de usuarias/os con malnutrición por déficit de alimentación.
Total de derivaciones a licenciadas/os en nutrición realizadas / Total de usuarias/os ingresados al Programa.
Número de intervenciones realizadas por parte de los equipos interdisciplinarios a las familias de usuarias/os beneficiarios del Programa.
Número de indicaciones de complemento nutricional / Total de usuarias/os ingresados al Programa.
Por los chiquitos que vienen
Los primeros 1000 días de vida resultan determinantes en el desarrollo de una persona, por eso es fundamental aprovechar ese periodo para construir una ventana de oportunidad.
La directora de Salud de la Intendencia de Montevideo, Dra. Virginia Cardozo, explicó la importancia de esta iniciativa para lograr un impacto determinante en la vida de las personas beneficiarias.
¿Cómo se detectará a las personas para que sean beneficiarios?
En las policlínicas de Montevideo se cuenta con equipos interdisciplinarios haciendo controles de embarazos y atendiendo niños y niñas. En ese proceso, se realiza una sistematización de datos de las embarazadas que se atienden y también los niños y niñas del Plan Aduana, que es el que coordina la atención de menores hasta tres años.
En esa línea de trabajo, cuando un equipo técnico de la policlínica detecta un niño, niña o mujer embarazada con bajo peso, se le ofrece a la familia ingresar a este programa de ayuda nutricional, como parte del seguimiento de la atención en salud que hace la policlínica.
Esta es parte de la rutina diaria del control de salud. Se pesa y toma la talla a niños, y se efectúa el control de embarazadas.
Luego se hace una gráfica, y en las curvas de crecimiento se va valorando si el peso es adecuado o no.
¿Por qué se habla de una ventana de oportunidad?
Cuando hablamos de ventana de oportunidad, de lo que estamos hablando es de un periodo de tiempo, en que las cosas que hagamos, van a poder tener un impacto determinante en la vida de las personas.
Se trata de mil días donde las evaluaciones científicas nos dicen que lo que hagamos en esa etapa, va a tener un impacto realmente significativo en el desarrollo futuro de esa persona.
Eso es lo que llamamos una ventana de tiempo corto, que es una oportunidad que tiene que ser aprovechada, por eso le llamamos ventana de oportunidad.
¿Cómo se hará el seguimiento de cada caso?
Habrá distintos equipos de seguimiento, por supuesto uno será el equipo de salud, pero también van a existir duplas técnicas integradas por nutricionista y trabajadora social.
Una vez que una persona es ingresada al programa, se va a contactar con la familia para realizar una serie de intervenciones protocolizadas, que tienen que ver con la educación nutricional y el fortalecimiento del apoyo social de esa familia.
Ello permitirá ir evaluando qué intervenciones se necesitan para mejorar la situación de la persona afectada, y también observar cómo está el acceso a sus derechos.
¿Qué otras prestaciones pueden recibir?
Una vez que ingresa al programa, se podrá evaluar, además, otras intervenciones sociales que pueda requerir. Por ejemplo, el acceso a la cédula de identidad, si no lo tiene.
También asegurarse de que reciba las prestaciones que le corresponden, como por ejemplo la asignación familiar. Que conozca las prestaciones y proyectos sociales que hay en el territorio, ya sea CAIF, equipos de cercanía, o programas del Mides a los que pueda acercarse para hacer sinergia con el resto de los programas.
La intervención social tiene que ver con eso, con evaluar la situación de cada familia, contactarse e ir diseñando según la situación en la que se encuentra, una serie de objetivos o intervenciones que planificamos para fortalecer las redes de apoyo.
¿Cómo se logrará crear un vínculo con las personas?
El seguimiento se hará a través de visitas domiciliarias, o a través de entrevistas en las Policlínicas. También mediante distintas herramientas de telemedicina por las que las personas van a ser contactadas, para tener un seguimiento y generar un vínculo.
Uno de los objetivos más importantes del programa, es el que tiene que ver con el seguimiento del cuidado de la salud, para cumplir con los objetivos centrales de control de peso, calidad nutricional, valoración de los nutrientes que recibe etc.
Todo eso se va a controlar como parte del trabajo de los equipos de salud, además van a hacer un informe trimestral que se elevará al equipo de coordinación. Ello nos permitirá hacer una evaluación y un seguimiento de los resultados.
¿De qué manera se realizará esa evaluación?
Los equipos sociales y nutricionales elevarán informes, habrá un seguimiento sistematizado de las intervenciones que se hacen, y un registro claro para poder evaluar.
Además, con el núcleo interdisciplinario de Alimentación y Bienestar de la Udelar, se realizará una herramienta de evaluación muy valiosa que se aplicará a través de encuestas con las familias. Esto permitirá evaluar, al inicio y al final del proceso, cuál es la situación de seguridad alimentaria, los hábitos nutricionales, y el acceso a alimentos de alta calidad nutricional.
La Udelar nos permitirá a través de este proceso de investigación, evaluar cuáles fueron los objetivos que se lograron.
¿Qué se hará con esos datos?
Con todos esos datos, se va a elevar un informe con el seguimiento, al Equipo de Coordinación, pero además, la universidad hará de forma independiente su propia evaluación para poder devolvernos qué impacto tuvo más allá del peso, en cuanto a hábitos de seguridad alimentaria, calidad nutricional de los alimentos y otros aspectos seleccionados.
(Fuente: Revista ABC)

