La idea de los vecinos de luchar para que la Intendencia de Montevideo frene la decisión de conceder a privados la utilización del Molino de Pérez y se pierda definitivamente como espacio cultural y además Monumento Histórico, dejando de lado tanto sueños y proyectos vinculados a la cultura acumulados por los vecinos, demostraron que desafían cualquier clima. Por la lluvia, la programación para el sábado pasado se postergó para ayer domingo. Igual, el frío soportado durante las 4 horas que duró el encuentro, desde las 13 a las 17 horas, fue de una entrega admirable.
Desfilaron muchos vecinos en esas cuatro horas, todos llevando el saludo y la fuerza necesaria para seguir por este camino. Se presentaron diversos artistas, también animadores, seguramente el punto alto se alcanzó con la presencia de la murga Falta y Resto y Mauricio Ubal y las comparsas de la zona.
Fue una fiesta, en una tarde inhóspita que invitaba a cualquier tipo de jornada, menos al aire libre. No obstante se dio un fuerte abrazo al Molino, en un evento que será recordada por los presentes y todos aquellos que pasaron, aunque fuese 15 minutos, como sucedió con muchos padres que simplemente se acercaron con sus hijos con el temor lógico de protección a los niños ante el clima adverso.
El día 28 de junio se tendrá una reunión con el Intendente Daniel Martínez, con la esperanza de que el futuro del Molino de Pérez esté ligado a la cultura, a las múltiples actividades que en el mismo se pueden realizar e incluso a la actividad turística que se devería desarrollar con venida de turistas, convenios con cruceros que permitirían en parte el mantenimiento del Molino, e incluso formar un cordón turístico que tenga su inicio en Villa Yeruá, la cual será inaugurada el próximo 24 de junio, a partir de las 13 horas, como Museo del Tango y la Hípica y que fue también una larga conquista de los vecinos y el Concejo Vecinal 7.
Y se puede ir a más, desarrollar una semipeatonal en Orinoco, generar espectáculos tradicionales para los turistas extranjeros que deberían visitar estos lugares, darle a Malvín y sus alrededores una vida que se merece, por su alto compromiso con la cultura y la tradición popular. Hay de todo para ofrecer, desde comparsas de primerísimo nivel, murgas amigas, y una variedad de expresiones culturales que solamente una “barriada sin fin” puede brindar. Simplemente hay que animarse.