La celeste es una isla que flota en el lodazal

Por Eme Eme

Los “inteligentes” dirán que la selección celeste, conducida por el maestro Tabárez y su equipo, juega mal, no gusta, no propone, le faltan circuitos de fútbol atildado, no genera con los goleadores que tiene, Cavani y Suárez, 15 opciones de gol por partido y que es ultra defensiva. Y es posible que algunos agreguen otros conceptos más, todos negativos.

Para nosotros es la mejor selección que tuvimos en los últimos 40 años. Podríamos ir más lejos en el tiempo. Y además agregar que reconocemos que hemos contado  en otras épocas con brillantes futbolistas. Sin ir más lejos, cuando estaban el Patito Aguilera, Ruben Paz, Venancio Ramos, Ruben Sosa, Enzo Francescoli, Daniel Fonseca y tantos otros que brillaron, no solamente a nivel local, sino especialmente en el fútbol mundial, en grandes ligas, pero que nunca pudimos encontrar un grupo, un equipo, con el cual los uruguayos nos identificáramos. Distinto es con este proceso que ya lleva casi 10 años.

Y estamos a nivel local con grandes problemas, que antes no se vivían al nivel que hoy se “sufren”, donde independientemente que el fútbol es más que discreto, se dan situación extra fútbol, que empañan el deporte que más amamos los uruguayos.

Por eso debemos resaltar más a este grupo que conduce Tabárez.

Hasta era mejor el clima externo, pero peor la relación interna del grupo seleccionado. Hoy es distinto, un gran colectivo, en un entorno lleno de brumas.

Y las actuales selecciones la integran futbolistas que están identificados con una causa, con una manera de manejarse, de conducirse como profesionales.

No queremos dejar de lado a aquellos que no están y que fueron muy importantes, como Diego Lugano, Scotti, Eguren, Diego Forlán, el Loco Abreu, Papelito Fernández, Victorino, Diego Pérez, el Flaco Fernández, Juan Castillo, Walter Gargano, el propio Nacho González y otros que nos estamos olvidando que han sido futbolistas que aportaron mucho a la selección, y que aun siguen aportando, desde afuera, alentando y conectándose con los compañeros actuales, respaldándolos en diferentes acciones que están dirigiendo en defensa del fútbol uruguayo.

Paralelamente las selecciones juveniles siguen un mismo proceso. Dentro de pocos días se inicia un nuevo sudamericano Sub 20 y estarán representando a la celeste 23 futbolistas, algunos pasaron por las selecciones sub 15, sub 17, y fueron interpretando todo lo que se elabora en el Complejo Celeste, lugar o laboratorio de la “isla que flota en el lodazal”.

Y seguramente, de los 23 futbolistas seleccionados para ir al sudamericano que se inicia el 19 de enero, algunos estarán presentes, de clasificar la selección mayor al Mundial Rusia 2018, en esa justa deportiva, la más importante de las organizadas por la FIFA.

Por otro lado y la parte negativa, acá tenemos preso a Eugenio Figueredo, una mancha en nuestro deporte. Existen situaciones poco claras en diferentes áreas. Hoy está en disputa los derechos de imagen, y este grupo de seleccionados, llevó adelante en los últimos meses, una dura lucha por generar beneficios al fútbol uruguayo, que equivocados dirigentes no supieron defender.

Actualmente la Mutual de Futbolistas Profesionales, su directiva, tiene un pedido de renuncia de 590 futbolistas del medio. No responden y eso es grave. Muy grave para una directiva de un gremio. Sentimos con sorpresa que está mediando un ex futbolista, ex técnico, actualmente oficia de comentarista deportivo, Ricardo Faccio, que entre la información que se desprende, parecería que quieren que individualmente cada futbolista de los 590 que solicitan la renuncia de la directiva de la Mutual, actuando como  mediador  Faccio (!!!)firmen ante él,  la solicitud de renuncia la directiva.

No creemos esa información. Nos parece que sería, si la tomamos como cierta, una falta de respeto a Faccio, que lo conocemos como una persona muy bien intencionada.

Por otro lado, la serie de situaciones de violencia que se dieron, trajeron más barro a un deporte que debería ser el referente de miles de jóvenes.

Empieza un año. Una temporada nueva. Ojalá, lo deseamos sinceramente, que todos aquellos que tienen que ver con el fútbol profesional, hagan su propia autocrítica en estos días,  y piensen, si  están en condiciones de seguir vinculados al fútbol. Y aquel que considere que debe seguir, porque tiene cosas que aportar, que comprenda  que pertenece a un deporte  muy sentido por la afición uruguaya, y se necesita que la isla que generó el maestro Tabárez y su equipo de conducción, debe ser imitada por todos, para así tenemos, en el futuro, un fútbol uruguayo que nos llene de orgullo, no solo en la competencia, donde se puede ganar, empatar o perder, sino en la transparencia necesaria, para recuperar la credibilidad que se ha perdido. Ojalá que sea así.

 

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